Me encanta cuando os cuento algo y descubro que no soy la única a la que le ha pasado y que es más común de lo que pensaba. Aiiis me siento comprendida, no estoy sola… Cuando queráis montamos un club 😀 Hay un caso que cada vez me indigna menos y me hace más gracia, será el paso de los años que me hace inmune porque esto no es una moda como los pantalones remangados, no no…Dura generaciones. Seguramente os pasó alguna vez eso de que estando con algún lío, rollo, roce amistoso, intento de algo, pérdida de tiempo, lo que sea… Se ha despedido de vosotros con un: HABLAMOS! Y acto seguido se lo tragó la tierra.
¿Por qué? ¿Por qué si sabes que no me vas a hablar en mucho o ningún tiempo te despides así? Es como un tic, un tengo que decir algo porque hasta luego o chao queda demasiado formal y yo soy tan majo… No me convence. Si tu hablamos no se corresponde con la definición de la Real Academia, si no es comunicación o contacto pronto, ahorra saliva, en serio. Hay muchísimos ejemplos dependiendo de la bipolaridad de cada cual, lo que servidora ha sufrido en sus propias carnes (o pantallas). Algunos hasta me sacan una sonrisa al recordarlos, aunque en el momento a veces me daban pena, otras algo de vergüenza ajena y muchas me desquiciaban, pero admito que no me aburría. Cuando se cumple ese hablamos, mucho tiempo después de haberlo pronunciado, pero mucho eh. Cuando casi ni te acuerdas de esa persona, cuando ya no cotilleas su instagram, cuando dejaste de maldecir o pensar el dichoso «qué hice mal», cuando entiendes que nunca entenderás lo que pasó…Ahí llega el despertar del coma.
Ya no tiene pareja. Eiii!! Qué es de tu vida?¡ Qué tal todo? Mmm bueno…Lo sabrías si estuviéramos en contacto, aunque fuera de vez en cuando. Yo, en cambio, soy medio vidente y puedo predecir que estás soltero, sí, lo sé…Puedes llamarme Aramis a partir de ahora.
Quiere algo. Un favor, enchufe, medio de transporte, sacar provecho vamos… Normalmente te habla unos días antes para intentar disimular que lo suyo es interés puro y duro, un mero trámite. Disimula tu enorme jeta y si lo consigues…Hablamos!
Hay necesidad. Quiere tema que te quema o como se dice en Galicia «está quente» jaja. Aquí depende… Puede que te hable días antes con un buenrollismo que hasta te lo imaginas con nuevo look rollo melena, gafas redondas y un colgante con el símbolo de la paz. O puede que te hable a las diez de la noche tirado en el sofá y con mucho calor, aquí no soy Aramis, es que desde el primer momento lo deja claro. De cualquier forma todo serán halagos, cariños y piropos. Peloteo puro y duro y a veces confusión, porque se piensa que eres tan idiota como para no darte cuenta.
De fiesta. En algún bar, discoteca, concierto…De repente ahí está, parado frente a ti. Empiezas a pensar que te pasaste con las cañas y ya estás teniendo alucinaciones pero nada de eso, se mueve, emite sonidos y te toca! Es todo felicidad, cariño y sobeteo y está super asombrado de verte allí, porque las otras veces que lo viste estaba despistado y no escondía la cabeza cual avestruz, tu siempre tan malpensada…
Me encantaría deciros como reconocer a este tipo de personajes, pero si lo supiera ya estaría escribiendo mi cuarto libro. Por suerte se les ve el plumero rápido. Si de repente recibes pasotismo cuando antes todo era interés, ahí lo tienes, bueno lo tenías, volverá cuando no lo esperes. No empieces a pensar que tuvo un accidente, que se dio un golpe en la cabeza y perdió la memoria o que fue abducido por un ovni.
En caso de aburrimiento nunca está de más entretenerse, pero de lo contrario, no pierdas tu valioso tiempo con este tipo de recaídas.
Porque tú siempre estarás dando nuevas oportunidades y ellos…Siempre serán ellos.
– Hablamos!
– No lo creo.
😉
R.