Antes de nada, decirle que vengo en son de paz y con intención de quedarme. No voy a ser pelota, no tengo intereses ocultos ni estoy aburrido y sin ninguna duda, no tengo un plan mejor.
Tengo muy claro esto desde hace tiempo y hoy me decido a dar el paso, es cierto que he sido un cobarde en muchas ocasiones, pero dicen por ahí que nunca es tarde…O tal vez sí, porque fui un capullo, sólo me queda jugar mi última carta. Sé que no tengo derecho a pedirle nada, pero ella siempre me ha dicho que soy un caradura, así que aprovecho, me gané el título a pulso.
Quiero que una cosa quede muy clara, nunca fue mi intención hacerle daño, no fue premeditado todo lo que le hice pasar, no intento excusarme, soy así de gilipollas. En el fondo estoy desarmado, sin argumentos, ella no puede tener más razón en todo lo que me reprocha.
Lo acepto, soy culpable.
Por haber sido el único que consumió su enorme paciencia, por tenerla esperando sin saber qué esperar, por hacer que cediera cuando no debía y sobretodo por hacerla sufrir.
Me acostumbré a tenerla ahí, daba por hecho que estaría siempre esperando mi llamada o mensaje, preparada para luchar contra cualquier adversidad por mí, como si no tuviera otra cosa mejor que hacer…La tenía delante de mis narices y aun así, no la veía, sólo cuando me convenía, ya sabes, ceguera esporádica. Suponía lo que ella sentía, pero me lo negaba a mí mismo para no sentirme culpable, y ahora la culpa me tiene atado. Para que veas la ironía, el que tenía pánico a las ataduras…
Debo darle las gracias, por quererme como ninguna. Por decirme siempre lo que no quiero escuchar, por abrirme los ojos y sobretodo, por demostrarme que soy como el resto de los mortales. Resulta que sí, necesito a alguien, y no a cualquiera, la necesito a ella.
Se esfumó y yo lo permití haciendo lo mismo. Al principio no sabía qué coño pasaba, estaba vacío, por muchas que conociera faltaba algo, hasta que supe que ella es la pieza que me falta. Sí, tuvo que irse para darme cuenta de lo que perdía y con ella perdí también mi parte que valía la pena.
Con esto no intento convencerla, la cagué mucho, muchísimo. Sólo le pido que piense en lo bueno que por muy poco tiempo tuvimos, las risas, los vaciles, los cafés nocturnos y los besos interminables. Porque aunque sé que ella lo duda, eran verdaderos. Que recuerde cómo era conmigo y sobretodo, lo que me hacía ser a mí.
Y por favor dile que no haga caso a eso de que “las segundas partes nunca fueron buenas” porque, a veces, son incluso mejores.
Prometo que de eso me encargo yo, aunque sé que mis promesas no valen nada, también sé que le van los retos y los casos difíciles, no me lo puede negar. Ella no tendrá que hacer nada, aquí el que se lo tiene que currar soy yo. Me esforzaré para que tenga siempre una sonrisa, para que sus lágrimas sean de felicidad, para que deje a un lado las dudas e inseguridades y siempre, no importa la distancia, me sienta a su lado.
Poco más puedo decir, sé que lo tengo complicado, pero he dejado a un lado el jodido orgullo, nunca me ha servido de mucho, además se lo debo. No voy a ser el chico de película, ni el príncipe azul… Sólo aspiro a ser el hombre de su vida.
Entiendo que no quiera saber nada de mí, pero si estoy haciendo esto es porque algo me hizo pensar que tengo una posibilidad, creo recordar que fueron sus ojos.
Cuando le presentes mi declaración, dile que espero ansioso su sentencia, que se tome todo el tiempo que quiera, que me haga sufrir.
Como si tengo que esperarla toda la vida, si no es con ella, ya no me voy a ninguna parte.
T.
Me ha encantado esta entrada, ¡qué puñetería eso de valorar las cosas cuando ya no están! Esperemos que no sea tarde.
Un abrazo,
https://confesionesydesvarios.wordpress.com
Me gustaLe gusta a 1 persona
Cierto…Es una pena pero a veces, aun hay tiempo de salvarlo.
Gracias por pasarte!
Un abrazo 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
A mi parecer, ya no es cuestión de más o menos orgullo.
La confesión es la forma correcta de hacerlo pero aún así es difícil recuperar aquello que uno mismo abandona. Las heridas que tardaron en cicatrizar te vuelven más precavido. Tocará esperar.
Suerte!
Á.J.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias por pasarte!
un saludo!
Me gustaMe gusta
Bueno pues…..sin palabras que me quede. Ha sido precioso y me suena tremendamente familiar. Lastima que sea tan gilipollas….el daño esta hecho. Solo queda curar las heridas y sobre todo no volver a provocarlas. Mucho cuidado con eso. Precioso! Ojala sea verdad que lo va a reparar…ojala!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Esa es la cuestión, reparar lo que se dañó, de lo contrario es mejor que cada uno siga por su lado… Pero también es cierto que hay que vencer el dichoso miedo a sufrir o a fracasar.
Muchas gracias por pasarte y comentar!
Un abrazo! 🙂
Me gustaLe gusta a 2 personas
Pues sí. Hay que aprender a valorar las cosas que uno tiene antes de que sea demasiado tarde. ¡Una verdad como un templo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias por comentar Lidia! 🙂
Me gustaMe gusta
Precioso!!!
Creo en las segundas oportunidades, creo en el perdón y en el arrepentimiento xq todos nos equivocamos pero siento decir que lo que no me creo es q haya hombres así de valientes, que reconozcan q quieren lo que han perdido, q se dignen a decir que están enamorados y que además luchen por el que creen que es el amor de su vida…
Ojalá me equivoque…
Revototal – http://www.adolestreinta.com
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias!!
Entiendo lo que dices porque no me he encontrado con ninguno, pero pienso que sí los hay, escondidos por ahí…jaj
Gracias por pasarte!
Un saludo! 🙂
Me gustaMe gusta
Esta entrada me ha removido como ningún antes lo había hecho. Qué familiar me suena todo y pocas declaraciones de intenciones me han llegado de esas jajaja. Totalmente preciosa!! 😊
Me gustaLe gusta a 1 persona
jaja a veces es mejor no recibir ninguna, eso quiere decir que no llegamos a ese punto y que nos valoraron desde un principio
Muchas gracias por pasarte!!
un abrazo! 🙂
Me gustaMe gusta
Ninguna*
Me gustaMe gusta
La mala constumbre de valorar las cosas cuando se echan de menos.. Ainss ¡CUANDO APRENDEREMOS!
Me declaro defensora de las segundas oportunidades, solo de las segundas. Todos tenemos derecho a equivocarnos pero sin pasarnos.
Geniales como siempre!! 🙂
Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Completamente de acuerdo! Todos tenemos derecho a una segunda oportunidad pero por desgracia hay muchas personas que no saben aprovecharlas.
Muchísimas gracias!!
un abrazo! 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Lo que muchas veces esperamos que nos digan… y por desgracia, muy pocas veces sucede!
Preciosa entrada!! Enhorabuena! 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Tiene que ser reconfortante saber que al final pellizcaste ese corazón que creías inalcanzable…O eso me imagino…jajaj
Me alegra que te guste, muchísimas gracias!
Un abrazo 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ayyyy, esto me toco profundamente, no sé si es porque estoy especialmente sensible estos días o es porque es de lo mas bello y sincero que he leído, un corazón abierto, confesando sus fallas, sangrando, desvalido pero no por eso menos valiente…me has conmovido. No creo en las segundas partes, mis razones me las guardo, pero si creo en un alma que se desnuda tal cual lo has hecHo aquí! Felicidades! Ahhhh y estoy moqueando!!!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me alegra que te gustara, el tema de las segundas oportunidades es complicado…Porque a veces aunque una persona muestre arrepentimiento, cuando cree tenerlo seguro vuelve a las andadas…Pero yo quiero pensar que a veces las segundas partes funcionan.
Muchísimas gracias por tu comentario y sentir con nuestros textos, es lo más bonito para nosotras 🙂
un abrazo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Claro que si!! Lo que no se vale es dejar de intentar y de perseguir nuestros sueños.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ojala tengas suerte y los famosos dichos queden enterrados!!!
A por todas amigo!! Nunca es tarde….
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias por pasarte!
Me gustaMe gusta
Gracias por pasarte por mi blogg. ¡Todo un placer leerte, desde luego!
¡Un saludo enorme! 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
No hay que darlas! El placer es mutuo 🙂
Un abrazo!
Me gustaMe gusta
Sin palabras, impresionante lo que has escrito e increíble lo que he sentido. Enhorabuena y suerte, si sabes demostrarle a ella todo lo que has escrito, poca duda hay de que en unos meses nos relatas lo bonito que es verla dormir.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias Elizabeth!! 🙂
Me gustaMe gusta
Increíble como siempre, chicas
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias por pasarte 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Sin caer en los tópicos…¿existen hombres así? 😛
Un texto precioso y muy acertado.
Besicos
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pues…no lo sé! Pero por lo menos podemos imaginarlo no? jaja
Gracias por pasarte!
Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
DIOS MIO…
De verdad, no te imaginas la suerte que he tenido de encontrarte hoy!!
Con las últimas cuatro entradas he disfrutado muchísimo, pero es que con ésta me he sentido tan identificado que me era imposible no recordar viejos tiempos.
Muchas gracias por abrirme tanto los ojos y por los valiosos consejos que me has proporcionado en cada párrafo.
Debes sentirte muy orgullosa de tus escritos, por los útiles que son y por cómo logras emocionar al lector
Una vez más, muchas gracias 🙂
Un fortísimo abrazo!
https://entradagotada.wordpress.com/
Me gustaLe gusta a 1 persona
http://viveynosobrevivas.blogspot.com.es/ 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ahora me paso por tu blog!
Me gustaMe gusta
Suerte la mía por recibir comentarios como el tuyo! 🙂
Es un placer saber que escribir un texto llega a emocionar y a «revolver» a algunas personas, me siento más que satisfecha.
Muchas gracias a ti por pasarte y bienvenido!
Espero que estés cómodo en tu butaca 😉
Un abrazo!!
Me gustaMe gusta